Archive for August, 2006

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Todavía es ayer.

August 31, 2006


A R.S. – Antes del último campanazo de las doce.

Mañana dirán que estuve aquí.
Nadie supo que fui feliz,
Nadie pudo verme cantar
el canto de la cenicienta.
Porque todavía es ayer.

Te dirán que esto y lo otro,
que uno se debe al tiempo
y el tiempo borra cicatrizes falsas
que el suspiro siempre trae tu nombre,
que el amigo no se funda en la carne,
sino en el espíritu, en la carencia,
en el pálpito del sueño.

Pero verás, no hago caso
a lo que dice la gente,
el oído se entrena para soportar
lo que no quiero oir, ni oigo.

Verás que el calendario
puede tener hojas olvidadas,
pero no historias que fueron días,
o poemas, o auriculares,
o voces de hadas,
o aliento de rosas húmedas.
Fragilidad para pensar
hasta lo imposible.
Sonrisa para decirte hola que tal,
Corazón para saber que cumples años,
Que el mar ahora es tuyo
y antes que llegaras,
en sus aguas fui a llorar
todas mis lágrimas
para que nunca tú estés triste..

1:53 AM

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ME VA LA VIDA EN ELLO

August 30, 2006


(Anda, corazón, surge del silencio, di…como has hecho. ¿Donde echaste a rodar la caprichosa rueda del recuerdo? ¿Donde guardas los besos robados a la noche y los parques solitarios?
¿Ves aquella glorieta? Sus manivelas siguen marcando a tus ojos y su banquito azul todavía nos espera. ¿Te acuerdas del árbol de la esquina Valerio? Nadie ha podido borrar la crucecita que forma nuestros nombres.
Yo sigo siendo el mismo, un poco más viejo, algo más flaco, pero el tiempo no ha pasado de mis labios, ni ha cerrado el ciclo de tus besos. Dime, cuéntame, necesito saberlo, amor. Se me va la vida en ello.)
ME VA LA VIDA EN ELLO
Luis Eduardo Aute -letras.
canta Silvio.

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Cierto que huí de los fastos
y los oropeles,
y que jamás puse en venta
ninguna quimera.
Siempre evité ser un súbdito
de los laureles porque vivir
era un vértigo y no una carrera…
Pero, quiero que me digas, amor,
que no todo fue naufragar
por haber creído que amar
era el verbo más bello …
dímelo …
me va la vida en ello.
Cierto que no prescindí
de ningún laberinto
que amenazara
con un CALLEJÓN SIN SALIDA.
Ante otro “más de lo mismo”
creí en lo distinto
porque vivir
era búsqueda y no una guarida…
Pero, quiero que me digas, amor …
Cierto que cuando aprendí
que la vida iba en serio,
quise quemarla de prisa
jugando con fuego.
Y me abrasé defendiendo
mi propio criterio
porque vivir
era más que unas reglas en juego…
Pero, quiero que me digas, amor…

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Las Gardenias también lloran.

August 21, 2006
El día del cumpleaños de Joanne, comencé escribiéndole un poemita, el cual sin que pudiese evitarlo, se convirtió en una historia. Peor aún, la historia se me salió de las manos. Al final quedó el presagio de algo triste (así nos pasa, a los escritores “pretenders”, se nos pierde el pulso entre frases sueltas y palabras mercenarias) . Decidí guardarlo, y escribirle la carta de más abajo. Ahora creo propicio el momento para trasncribir un fragmento del cuentecito. No hay pretenciones literarias en él, es una historieta un poco parecida a los cuentos que aquel abuelo nos contaba. Lo he escrito para Joanna y pensando ella, pero también va dirigido a todos los que como yo, añoran los días felices de aquella niñez que nunca volverá.



Las Gardenias también lloran.

Tiempo. Ahí radica mi miedo; en un mañana donde aún me encuentre sentada en Bryant Park, finjiendo como muchos que prefiero estar sola, esperando el ocaso con la misma esperanza de antaño, anhelando un mañana que hace mucho me pasó de largo.” Joanne Rodriguez.

De la soledad viene el olvido, el nunca jamás buscando consuelo en las manos vacías. Del ayer, empero, vuelven las golondrinas cansadas, a recojer trocitos de esperanza y a traer a la memoria frágil, las canciones de cuna que no se olvidan ni terminan con la muerte.
A lo lejos la niña de mejillas alegres, carita pecosa y bucles adornados por cintas semi-doradas, canta su:

“mambrú se fue a la guerra,
que dolor, que dolor, que pena”.

A este lado, la niña Margó acomoda sus dos trenzas en el cintiilo blanco y prefiere silbar llorosa, una tonada de su propio puño y letra. Porque a Margó le gusta cantar, leer, oler sus gardenias, soñar que vuela como las golondrinas, y sobre todo, escribir canciones y poemas. Se acerca un poco más al espejo, mira el movimiento de sus labios mientras canta:

“La barcarola navega hoy a la deriva,
como navegan tambien mis ilusiones,
Sé que al mar me iré a morir un día,
y he de olvidar en sus aguas mis dolores”.

La niña Margó canta y prefiere ignorar que las gardenias del jarrón ya no retoñan porque solo lágrimas turbias irrigan las raíces de sus sueños. Cada vez que se acerca a ellas, le asalta un llanto indetenible, un presagio terrible y fatal, y debe retirarse despavorida. Para Margó era desconsolador verlas desfallecer poco a poco sin sol, sin agua. No tenía la más mínima idea de porqué ocurría todo aquello, pero prefería no contarle a nadie, por temor a que las echasen fuera o quisieran apartarlas de su lado.

A fin de evadir las gardenias, decide asomarse a la ventana. Allí le llega de golpe una bocanada de aire sofocante: El olor fétido de Brooklyn, donde los fantasmas tienen alma propia y las calles parecen escenas arregladas para el rodaje de alguna película noir. Alza la vista frente al sol y el cielo pinta de manchas azules su frentecilla cansada. Divisa una bandada de golondrinas que le dicen adiós y se pierden en el vuelo, un niño harapiento se recuesta lloroso en el banquillo de la estancia, sin reparar en el soplo furioso del viento que arrastra consigo todas las hojas enfermizas, despreciadas por los árboles al llegar el otoño. Sin saber cómo o cuando, Margó queda dorrmida, la cabecita recostada a los dinteles del muro que soportan el cristal de la ventana; y ya sueña, sueña profundamente.

Al soñar se ve flotando alegre por encima de la copa de manzanos amarillos y limoneros recien plantados, se dejar caer en un columpio de oro que siempre está en movimiento y cuyas cuerdas no están atadas a ningún soporte. Salta de allí, se ve a sí misma en plena calle, bajo una lluvia furiosa de granizos, desnuda y aterida por el frío. Quiere huir y el cuerpo no le responde. Abre las manitas para detener los goterones que caen, sin embargo, estos siguen deslizandose por todo su cuerpo hacia el suelo y van formando alrededor de los pies, con su propia sangre, charquitos relucientes. Pasa la lluvia, todo ahora es oscuro y borroso. El tiempo parece quedar suspendido como en un coma, ante la señal de una mano gigante que aparece envuelta entre nubes ocres y miles de rostros enmascarados que la miran de reojo, antes de alejarse burlones. Luego, no sabe que más ocurre, y su memoria se hunde para siempre, en los confines de la nada.

Muy a lo lejos, la niña de mejillas alegres, carita pecosa y bucles adornados de cintas semi-doradas, sigue cantando y cantando:

“Mambrú se fue a la guerra, no sé cuando vendrá,
que do re mi, que do re fa, no sé cuando vendrá”.

A este lado, la niña Margo cae estrepitosa al suelo desde la ventana. Le rodea un charco de sangre que empapa su traje de lino verde, tejido en orlas blanquinegras. En las trenzas del pelo le cuelga una aureola azul, la cara pálida y aterida al piso, los ojos entreabiertos fijos en algo impreciso, la sonrisa melancólica, las manitas ensangrentadas todavía sujetas a una gardenia amarilla ya deshojada y mustia. Pero no hubo gritos que alertasen la tragedia. Nadie supo explicarse como pudo haber ocurrido el accidente. Solo las gardenias lo vieron todo y han decidido morirse en el jarrón, para no decirle ni contarle a nadie tal secreto.

Los gritos y los ¡ay!, inundan la sala. Pero la ventana sigue abierta. Y como si fuese el close-up de una escena en cinemacolor, se muestra en ella, a un grupito de golondrinas preparándose para irse una vez más de viaje. Un viaje del cual no habrán de regresar. Pues, llegado el tiempo, mientras zurcan el cielo de una patria extraña, sus alas quedarán inmóviles y morirán una a una, segadas por la maldición de la sed y la nostalgia.

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Joanne: Feliz Cumpleaños, Buena Amiga.

August 18, 2006
Recordada Joanne:

¿”El tiempo pasa y nos vamos quedando viejos”?

Bueno eso dice y canta Milanés.

Ojalá pudiesemos entonar otro cántico: para que el tiempo pase por encima nuestro sin adelantar el reloj, sin quitarnos lo bueno y llevándose todo lo malo.

Entre tanto y tanto, seguimos en este viaje haciendo de la vida una aventura soportable. En el camino van quedando muchas cosas innecesarias, algunas vivencias dolorosas, otras inolvidables y bellas.

Que más quisiera uno prever lo que vendrá y prepararse estratégicamente para ello! Pero no…debe adivinarse el pulso de los días, siguiendo a tientas los golpes del corazón. Aunque yerremos, aunque derramemos lágrimas amargas de arrepentimiento.

En fin, en esta historia que vamos forjándonos, algo no debe de cambiar ni desaparecer:

Los buenos amigos, su camaradería que nos hace dichosos y plenos, y se proyecta en buenas vibras hacia el destino que soñamos.
Ojalá que los buenos amigos nunca te falten, Joanne.

Y claro el amor, que puede brindar la promesa del paraíso ante nuestros ojos en bandejita de plata. El amor que cubre tantas desdichas y aflicciones y que a su vez puede tambien provocarlas.
Ojalá seas dichosa en el amor, Joanne, que el buen amor nunca te falte.

Tambien están las utopías, esos sueños imposibles que tanto buscamos y son necesarios para sabernos vivos mientras avanzamos hacia lo desconocido a la búsqueda infatigable de la realización persona; para no ser simples mortales llevados por el azar de aquí para allá o de allá para acá, sin norte, sin rumbo; o como hierba del campo que sigue la dirección que el viento decide señalarle y no ofrece resistencia.
Ojalá que nunca muera en ti el deseo de ser feliz y ser una Joanne con grandes retos.

Te doy, pues, el abrazo lejano, pero sincero y también leal.
Te doy mi amistad incondicional, espontánea.
Te doy lo único que tengo de valioso, Joanne: Mi afecto, mi mano franca, mi buena voluntad, alguno que otro verso ingenuo a tu salud y a tu recuerdo y mis buenos deseos de que la vida te bendiga siempre. (Y tu sí que eres merecedora de ello)
Feliz cumpleaños, buena amiga.

De corazón

Joel.

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Nunca digas que fue un sueño.

August 14, 2006


No te engañes, No digas que fue un sueño.
No aceptes tan vanas esperanzas.”
Cavafis.

A Ninoska.

¿Era el camino por el que recorriste descalza y desnuda hasta esta playa, un nudo de rosas amarillas? ¿Hay en tu historia de princesa triste, algún sueño de serpientes azules y origen de doncella que emerge de las aguas y nenúfares? ¿Vienes del Orión? ¿Ángel caído para bendecir guedejas y pulverizar piedras vivas en aras del amor?

Porque he visto asomarse en tus ojos mi camisa rota, la estrella de David, aquel frasquito de eterna juventud, los juguetes olvidados, la flor no deshojada en las “cortinas del palacio que son de terciopelo azul”. He tocado las huellas del amor recien dormidas en tu pelo rizo. He hallado olor a flor mojada en la sombra de tu piel. He oído cánticos que brotan de los labios como besos de espumas. He leído mis designios uno a uno en cada palmo de tu espalda y he contemplado tu sonrisa robárse la magia de la noche mientras las estrellas saltan juguetonas por entresijos de la falda.

Ven, toma el pañuelo blanco de mi pecho, mójalo, bésalo, hazlo sangrar si así lo quieres. O si te parece mejor, vente al espejo de mi cuerpo, cruza el secreto del azogue turbio, abraza los reflejos, y abandónate al espectro de los sueños que tus alas me han forjado desde siempre, verás como las lágrimas pierden su cauce y se tornan en polvo y en olvido.

(Gracias a R.S. por la sugerencia).

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La Pintura de Graciela Bello: Los Colores del Paraíso Están de Fiesta.

August 12, 2006
Los colores han tomado por asalto los dedos de sus manos, la sonrisa de tango bilabial, la mirada “llenita de ayer”, (murmura Serrat), el discreto donaire, sus pupilas de niña que no envejecen cuando deja que Buenos Aires se pinte de gala en los pinceles que su imaginación tanto ama y elige.

Y al mirarme en el espejo multicoloro de sus cuadros, me he sonreído, sin querer- queriendo, sin llorar-llorando, sin soñar-soñando. Hasta he intentado murmurar un poema a los colores de su nombre y apenas ha surgido esta crónica de marras, este torpe…

INVENTARIO

Los Equilibristas buscan el peligro y juegan a las escondidas con el miedo.
Los trapecistas y malabaristas quisieron revivir el truco de enganarse a sí mismos, y desde entonces, nadie les cree.
Los Arlequines han tomado por asalto el reino de los cielos.
El Tango no ha muerto en el arrabal de los desesperados, así en la tierra como en el infierno.
El Bandoneón se estremece si lo miran tus ojos de manantial que fluye tierno.
El Bandoneón llora porque a Gardel lo han hecho digital, tras la muerte del fonógrafo.
El mito es la canción de cuna que los ojos soñaron y han de morir cantándo.
Las muñequitas y las máscaras, contienen todavía las promesas que buscamos.
Los castillos de arena viven el destino de jugárselo todo ante las aguas violentas, minuto a minuto, segundo a segundo.
Los barquitos de papel jamás naufragarán porque en ellos se han pintado de blanco todos los corazones que quisieron creer en sinrazones.
El impasse de las margaritas quedó asentado en lágrimas de polen y en el registro de las flores muertas tras el último verano.
Asi declaro y que así conste.”

Si,…Desde Los Andes, sus colores hacen fiesta.
Se disfrazan de pequeños dioses y cantan, ríen, sueñan, bailan el tanguito acompasado de la ilusión de ayer y la quimera burlada.

Será acaso, Graciela que en tus manos, el paraíso ya no es una promesa en blanco y negro?

Joel Regalado, Los Angeles, Agosto 11, 2006.

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(Puedes hacer Click aquí Para visitar el Website de Graciela Bello y ver algunas muestras representativas de su obra.)

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Al Partir…

August 10, 2006


A Michelle.

Te llevas contigo la memoria pintada con tan profundos recuerdos, esa que nunca se muda ni se transfiere, ni muere.
El espíritu de tu abuelo, de tu gente y de la historia vivida en ese recinto en donde aprendiste a vivir, a llorar y a ser feliz, está en ti, y en ti se proyectará hacia el futuro.
Ha llegado la hora de buscar tus propios derroteros, de quemar los barcos y buscar por ti misma la historia que mejor te identifique.
Sí, la suerte está echada…las penélopes han muerto.
Y roto ya el pañuelo bordado en rizos de esperas inútiles, irás buscando en ti las realizaciones necesarias y sorprendiéndo la vida para hacerla cómplice de tus deseos y anhelos.
Entonces, esa lágrima de nostalgia que no cesa de aparecer en tus pupilas se convertirá en hada de las buenas vibras y en símbolo de la dicha que tarde o temprano habrá de pertenecerte.

Lo mejor de tu vida aún aguarda y está por escribirse.

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(Sobre la imagen: “El encuentro” – técnicas mixtas – Caja 18 cm x 24cm – Año 2005 – “The encounter”.De: Graciela Bello – Argentina: “La pintura es mi forma de expresión, de comunicar mi visión del mundo y de la vida. No es un hobby, es algo fundamental, visceral, lo que el poeta Rilke llamaba “una necesidad”.
Es también un modo de vencer al tiempo y a la muerte, una forma de perpetuar mis sueños”.)

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Paolo et Francesca.

August 9, 2006

¿Hacemos el amor o el amor noshace?
¿Qué somos cuando el amor nos alcanza?

Cuando retoza o se va, ¿qué somos?
Desde fuera, amar apenas es un cuadro oscuro
destinado a la mirada inquisidora.
Y, a veces, algo así como lentas danzas de peces por el lienzo:
Paolo et Francesca… una historia para la eternidad descalza.
Orlando Muñoz
El amor nos hace pertenecer y en ese juego nos lleva a su merced y propicia para consumo y deleite, los rejuegos del placer, las caras ambivalentes de la pasión, el “dame que yo te doy”, el “piérdete en mí, que yo también hago lo mismo”. Pero además vienen como secuela las heridas punzantes, los celos, el odio, el hastío, la indiferencia…todo cabe en ello, todo cuenta, todo nos llega en bruto sin que podamos pulirlo y atenuarlo.

El manto que cubre a Paolo Et Francesca, camuflagea la llama oculta que va consumiéndo a ambos. La mirada puesta en ninguna parte obedece al hechizo del amor, su fin idílico y su irracionalidad, el convencimiento de que nada hay tan frágil y pasajero como ese amor que ahora consume y que después, al agotar su curso romántico, se vuelve incomodidad irremediable, desazón, traba.

Tras ellos en sigilo, dos seres en voyeurismo rampante puede que disfruten observando el ambrosismo de las carnes o talvez murmuran y predicen lo que ninguno de los dos amantes osa imaginar y confrontar.

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Voces de la resistencia clamando en el desierto.

August 7, 2006


Hay días en que las palabras son inútiles. Uno cierra con rabia todos los libros porque resulta imposible encontrar utilidad en lo que dicen y se lee. Odiamos ciertos poemas porque en ellos la imaginación se lava las manos y la nariz crece en sus metáforas como la del Pinochito mentiroso y torpe. Nos pellizcamos para conocer si de verdad somos lo que somos, vivimos lo que vemos y oímos, y que no es la pesadilla atroz que atestiguamos: la sangre corriendo desbocada hacia el rio de la muerte y la humanidad silente, cerrando los ojos a la masacre, mientras se mantiene ocupada en frivolidades, fútbol, miss universo, betty la fea y demás artilugios.
Desde algún lugar resuena la voz de uno que nunca ha vendido su ideal, que nunca ha bajado la guardia para unirse a esa mayoria de intelectuales latinos que callan y olvidan, que miran y prefieren hacerse como que no han visto.
Es Galeano, el afable Eduardito, dispuesto a morir diciendo su verdad, aunque se vea un profeta desfasado y le pese a quien le pese:
“Somos la única especie animal especializada en el exterminio mutuo. Destinamos dos mil quinientos millones de dólares, cada día, a los gastos militares. La miseria y la guerra son hijas del mismo papá: como algunos dioses crueles, come a los vivos y a los muertos. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que este mundo enamorado de la muerte es nuestro único mundo posible?”

Desde el México Lindo y querido, se levanta otra voz a requerir la trasnparencia en los comicios pasados, un apoyo a la resistencia para el reconteo de los votos del pueblo. Es Poniatowska, la Elenita, de ascendencia aristocrática en Polonia, pero Mexicana de vida y corazón, apostando por que en su país triunfe y se aclare la voluntad popular. Se sube al podio entre sudorosos y humildes companeros de protesta y grita:

Aquí estamos ahora frente a ustedes mi hija Paula, mi nieta Luna. Somos tres generaciones.
Todos somos resistencia civil y creativa.

Ya se nos prendió el corazón y lo levantamos con orgullo aquí en el Zócalo, que es el centro de nuestro país, el origen de todos los Méxicos. Aquí está la sangre y aquí están los huesos de nuestros abuelos. México es nuestro por legítimo derecho; no somos huérfanos, somos mexicanos y, hoy más que nunca, México nos pertenece en esta gran fiesta de la resistencia.”

Son voces disidentes, eso sí, voces que Vargas Llosa prefiere denominar: “demagogos trasnochados”. Pero voces en cuyas gargantas surgen las venas abiertas para el amor a la humanidad, el desprecio a la cobardía de los todopoderosos capaces de exterminar hasta una raza o un pueblo, a fin de seguir teniendo primacía en el planeta.

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Cortavenas

August 3, 2006


A Floriella y a Ninoska, sacerdotizas de lo cortavenas.

Queda
Un beso flotando en la memoria, que no pudo posarse en tu sonrisa. Un dolor desorientado en la sangre que palpita y corroe como tragos seguidos de tequila. Un Poema inconcluso sin título final y una metáfora infeliz dando saltitos sobre el papel borroso.

Queda
Un rio de aguas turbias correteando nubes. Un remo roto y vencido en la otra orilla. Un pez atrapado en el anzuelo que algún niño olvida sobre la arena.

Quedan
Las ganas de buscar tu nombre y coserlo a mi dolor, de romperlo, desteñirlo, triturarlo. De hipnotizar tus ojos para que no se burlen de mi desconsuelo. De romper el espejo donde ya no miras mi sonrisa.

Queda
La incertidumbre del “Me quisiste o tal vez no”. Y el dolor de haber sido en tus manos como migajas del azar puestas a merced del viento o globo que fastidia y se deja desaparecer por el aire, sin culpa ni remordimientos.

Queda
El silencio de la noche detenida como un lento viaje. El amor desmembrado, cubriéndose de harapos y el gong de las campanas que tocan sin pausar aquella canción del farewell.

Joel Regalado, Los Angeles, Agosto 2006.