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El Sindrome de Stendhal

November 25, 2005
Stendhal es uno de los novelista que admiro mas, amaba tanto la literatura como la música, tuvo una visión cosmopolita de la vida y el hombre. Desde su segunda patria Italia, escribió la mayoría de sus mejores obras. Entre sus obras me encanta Rojo y Negro que es propia de Stendhal, los personajes atrapados en ambigüedades y tormentos sicológicos, la sutil ironía que se devela en cada párrafo.

La vida ha jugado a su vez con este escritor una jugarreta irónica, pues entre la jerga sicológica existe lo que se denomina como “El “Stendhal’s syndrome, cuyo nombre proviene de un relato suyo en donde cuenta como sintió estos síntomas al visitar una iglesia en Florencia. Dice Wikipedia: “El síndrome de Stendhal es una enfermedad psicosomática que causa un elevado ritmo cardiaco, vértigo, confusión e incluso alucinaciones cuando el individuo es expuesto a una sobredosis de belleza artística, pinturas y obras maestras del arte.”

Lo cierto es que si de repente se llega a tener enfrente alguna obra de arte que admira uno tanto, que encierra tanto peso artístico un tropel de emociones encontradas pueden llegar a su clímax y hacernos perder la cordura momentánea o prolongada.

2 comments

  1. Rosa, a mi me ocurrio algo que no se si sera este sindrome. Recuerdo cierto dia que me invito Bruno Rosario Candelier a presentar una ponencia en un evento
    sobre la obra de la esposa de Juan Bosch, y alli tuve la dicha de conocerle. Recuerdo que al finalizar el acto salude a los dos, y yo no atinaba que decir, me quedaba mudo, sin palabras.
    Mas tarde partimos a una comida especial en un rancho cercano a Moca…y alli en una enramada pude hablarle, pero me temblaban las manos, y Bosch advirtiendo mi penosa situacion me dijo sonriente:
    Tranquilo muchacho, el diablo no es como te lo pintaban, verdad?
    Ja jajaj…
    saludos cariñoso, querida Rosa.


  2. Rosa, a mi me ocurrio algo que no se si sera este sindrome. Recuerdo cierto dia que me invito Bruno Rosario Candelier a presentar una ponencia en un evento
    sobre la obra de la esposa de Juan Bosch, y alli tuve la dicha de conocerle. Recuerdo que al finalizar el acto salude a los dos, y yo no atinaba que decir, me quedaba mudo, sin palabras.
    Mas tarde partimos a una comida especial en un rancho cercano a Moca…y alli en una enramada pude hablarle, pero me temblaban las manos, y Bosch advirtiendo mi penosa situacion me dijo sonriente:
    Tranquilo muchacho, el diablo no es como te lo pintaban, verdad?
    Ja jajaj…
    saludos cariñoso, querida Rosa.



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