Archive for March, 2006

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Bienaventuranzas Apócrifas.

March 31, 2006

Bienaventurados ustedes los de abajo,
Porque de su carne nacerá el dolor que construirá primaveras
Anarquistas de los otoños muertos.

Bienaventurados quienes madrugan sin quererlo,
La sorpresa del amanecer es el camino que nunca
Tiene espinas lujuriosas ni tropiezo alguno con piedras convertidas en pan.

Bienaventurados los que gozan,
Pues ellos no necesitarán jamás conocer otro misterio.

Bienaventurados los historiadores, porque de ellos aprendemos que todo está predicho, desde el nacimiento hasta la muerte y más allá.

Bienaventurados los idiotas,
Porque de su ingenuidad beben los hombres su remanente de cordura.

Bienaventurados los videntes y adivinadores,
Quienes mejor conocen las peripecias del pasado
Que casi todos olvidan medalaganariamente.

Bienaventurados los ciegos, porque ellos verán a Dios.

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Todavia hay pájaros dormidos en la jaula azul.

March 29, 2006


Nada.
La calle gira cansada de sombras y pasos fúnebres.
Mas adelante me espera el Hollywood freeway.
Por el que nadie transita.
Todos se han quedado a dormir,
Todos… menos un chiquillo desnudo
Que juega con un balón de los Lakers
Tratando de encestarlo a una canasta de plástico.

Nada.
La brisa cuelga antifaces somnolientos
En las copas de los árboles.

El frío viene de occidente
Y enerva los dedos
Y desabriga los brazos.
Y hay que apretar el acelerador,
Con alevosía, con desenfado.

Correr, correr.
Siempre es bueno ir, ir, ir.
Que el vértigo pase saludando,
Que los letreros saluden temblorosos,
Que el cielo se acobarde de la niebla y de las nubes,
Que el parabrisas cante el ruido desconocido

de sirenas lacrimosas,
Que la mano tiemble de tanto sujetar el tedio,
Que el asfalto sea el espejo en el que duerma,
Zigzagueando, conquistando el último sueño,
El goce definitivo que en vida nunca tuve.

Mas allá, un letrero de Terminator

con su “hasta la vista, baby”
Escrito en letras fulgurosamente blancas

Anuncia
que todavía somos lo que somos,
Que todavia hay pájaros dormidos en la jaula azul,
Que las mariposas no creen en futuro ni pasado,
Que el bostezo es un grito de libertad condicionada,
Que sigue la sangre coagulada en las vitrinas de las ferias,
Que los parques tienen ataúdes verdes en cada tramo de gardenias.
Que los cobardes son cobardes
Aunque pretendan ser Sansones.

A veces se lamenta tanto,
Duele tanto
Despertarse de un buen sueño!
Cerramos los ojos…
Y nada, nada, nada.
Imposible de volver a aprehenderlo.
Ya se ha ido el nirvana en ese sigilo fugaz,
Ya se ha ido el asombro en el escalofrio necio,
Y el soplo burlón del viento mañanero.

Mientras en el FM radio,

una nueva banda punk grita y grita:

“El ojo izquierdo sigue palpitando
Tras los cristales de las gafas negras
Y el pie en el acelerador sospecha
Que esta ya será su ultima carrera.”


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Amor sin cauce para redimirse.

March 24, 2006


En los arrecifes, el agua llora violenta su destino de humedad eterna.
En los montes, las heladas duermen y olvidan la fiereza del sol de los veranos.
En los malecones, las burbujas de sal son las lágrimas de los que se han ido y nunca regresaron.
En la arena, se esconde el tiempo después de haberse quedado solitario y calvo.
En los manantiales, la hierba que habita las riberas renuncia a la multitud de los pajonales para seguir su propia historia.

Y en mi silencio…las palabras huyen de las manos.
En lo que callo, están tus versos.
En lo que lloro, tu nombre es la lágrima primera y también la ultima.
En lo que busco, tu recuerdo es la bandera que me dice adiós.

En fin…cada cosa a su modo, cada dolor tiene su martirio anónimo, cada idea se cruza y después desaparece sin sugerirnos nada.
Pero allí donde el puño se aprieta para aguantar el dolor,
Allí donde el aire se burla de la palabra recuerdo,
Allí debe haber otro yo que no sea yo,
Otro que cargue esta cruz, que soporte tan cobardemente el tic tac de este reloj sin manivelas, estas ganas de tenerte que no serán saciadas, la voz que te clama y que no puede ser oída, y el amor, amor que no tiene cauce para redimirse, que sangra lenta, lentamente por las venas de la memoria herida y olvidada.

Solo tu voz, solo tus palabras escritas en la arena me dicen algo:

Sé que correrás por mi cauce con la libertad del agua que desciende de la cascada y se dirige al delta prometido“.

Al menos, hay cierta esperanza de redención en este amor de cara o cruz.

imagen: pensadora2.blogs.sapo.pt

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Las Bienaventuranzas Tristes de Neruda

March 22, 2006

Puede que esos 20 poemas y la canción desesperada de Neruda se hayan hecho ya tan populares que como los cantos del hit parade, de tanto oirles hemos llegado a ignorarlos pues nos parece que han agotado en definitiva el sentido de encanto y de sorpresa.

El otro día visitando la casa de unos amigos y mientras disfrutábamos de una suculenta cena de platos típicos de la India, se le ocurrió a la anfitriona colocar algo de música. Deposita un CD casero en el estereo y de allí salio por error esta voz, este poema de Neruda que al oírlo sonaba revestido de matices diferentes .

De repente, ese “Aquí te amo”, se convirtió en un grito también nuestro. Era, Neruda con sus cantaros rotos secando el agua derramada por el tiempo del amor. Neruda, que develaba bienaventuranzas en el agitar de sus abanicos trémulos, su sombra despeinando la nostalgia con los ojos cerrados, sus prestidigitaciones que eclipsaban el olor a especies exóticas que circundaba en la sala.

Era esta voz que repercutía en las paredes y abrevaba la sed del tiempo con la humedad de sus pétalos de llanto, que descorría en pausadas secuencias de algún corto metraje, toda la verdad lejana, al repetir y repetir:

Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante. Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos. Pero la noche llega y comienza a cantarme. La luna hace girar su rodaje de sueño. Me miran con tus ojos las estrellas más grandes. Y como yo te amo, los pinos en el viento, quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre. “ Poema 18 (fragmento)

Escuchemos:

Poema 18 de Neruda – Voz de Jorge Raul Guerrero

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La poesía como mecanismo de defensa.

March 20, 2006
Los psicólogos hablan de los mecanismos de defensa como tretas inconscientes que se inventan los humanos para enfrentar situaciones adversas, estresantes y para atenuar el miedo y la inseguridad.
Uno de los mecanismos de defensa que se utiliza con mayor frecuencia es el de la racionalizacion:
“Racionalización: la persona se da a sí misma explicaciones que no son verdaderas, pero que le sirven para convencerse de algo y evitar aquello que le crea ansiedad, o que de otra manera sería intolerable e irracional. Un ejemplo de ello es cuando se pone el despertador pronto porque se tiene que hacer alguna tarea importante como estudiar o hacer un trabajo, y cuando suena el despertador se apaga diciéndose a uno mismo frases como: “la verdad es que no es tan importante”, “ seguro que me da tiempo a hacerlo luego en menos tiempo del que creía”…. “

El poema puede ser un mecanismo de defensa real para los poetas y para sus lectores porque en ellos es posible racionalizar, compensar, identificarse, intelectualizar, reprimrr, negar, adoptar una actitud regresiva, convertir en fantasia lo que se piensa, quiere, sueña o experimenta.

En este soneto vemos un ejemplo vivido de uno de estos mecanismos: el de la racionalizacion .

Si para recobrar lo recobrado
debí perder primero lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado,

si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.

Porque después de todo he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.

Porque después de todo he comprendido
por lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.

Autor: Federico Luiz Bernardez.

imagen www.denosotras.org/ salud/sa_men_19.htm

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El poema y el sindrome del ruiseñor de Wilde.

March 18, 2006


“Arte poética”
Dolan Mor

“No hables en tus poemas del ruiseñor
de Wilde, ni menciones amor, perfume, labio o rosa”
—me dice en los manuales Ariel Rivadeneira—
y yo evito poner en cada verso escrito
un ala, algún jardín, la luna de Virgilio,
y hasta a veces me niego, sentado
en el alféizar, a mirar las heladas
del invierno en España, porque queman
las ramas de los árboles todos y la niebla
me invita a escribir con nostalgia
“y ese signo, nostalgia, —me dicen
los manuales— es señal del pasado,
y se debe escribir sin alma, con estilo,
igual que si torcieras el cuello
de una garza con desprecio en tus dedos.

“Habla de cibernética y de física cuántica,
menciona blog, pantalla, correos
electrónicos” —me aconsejan los críticos—.
Y yo sumo las cifras o despejo ecuaciones,
digo leyes, neones, sistemas invisibles
que arman genios, científicos.
También menciono genes, vídeos,
ordenadores, y hay instantes, incluso,
que hablo sin meditar y construyo asonantes
al decir aeropuertos, submarinos, aviones
y algún laboratorio (…), móviles, cines, clones.

Pero aunque logre versos posmodernos
siguiendo los consejos de sabios
que hablan de poesía como hablar
de la historia, de mercados, teoremas
que establecen los pliegues en las cuerdas
del tiempo, no he logrado escribir
el poema perfecto, e incluso
cuando leo alguna línea aislada
de Wilde entre las sábanas, y todos
mis maestros (con diplomas de masters
y perfil de doctores) se divierten
en bares o en los pubs de internet,
yo lloro como dama sin remedio
y me jode el viejo de Quevedo,
y me arriesgo, en la cama, a que digan
los críticos en los post o en revistas:
“¡qué anticuado y qué griego se volvió
Dolan Mor leyendo a los antiguos!,
si hasta le creció un día, encima
de las cejas, (en lugar de la gorra
ladeada sobre un piercing) un ramo
de laurel…

Pero logró dos cosas: pasar
imperceptible delante de los hombres,
como dijo Epicuro, y escribir con la espalda
inclinada en la hoja, sin cederle la mano
al influjo variable del tiempo y de las modas”.

Tomado de Arte Arte poética

imagen: www.palavrarte.com/ Poeta_Lembrei/poelembrei.htm

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Las flores tibias, el agua del volcán…

March 13, 2006

Mi silencio no es nada. Es la prisa que llevo dentro aprisionando el dolor. Es el olvido insano de no saber qué decir, qué historias contarle a quien puede que lo sepa todo.

He venido desde las luces, desde la algarabía absurda, desde los hoteles huérfanos, a buscar tu mano, a tomar tus dedos y a posarlos en mi costado. Créeme, no hay paz fuera de este sueño. No hay silencio para ti, solo las flores tibias, el agua del volcán que he besado para beberte, para tenerte, para saber si todavía en tus pétalos se perfuma mi recuerdo, si todavia en tus sábanas se acurruca mi memoria.

Estoy cansado, solo, como la noche. Tengo que huir, tengo que buscarte, tengo que saber hacia donde dirige tu sonrisa sus secretos. Quiero saber de tu mejilla izquierda, de cómo amanece mi nombre en tus pupilas, y si alguna lágrima queda para llorarla con mis ojos.
En fin, todo esto carece de conclusiones. Hay demasiada tierra movediza, demasiado viento frío. La pared aquella sigue en pie, dividiéndome de tus amaneceres. Nada es nada, todo se pierde como la hiedra en la espesura. Así es tu amor, así es tu recuerdo en esta noche de solsticios.
Pero, no me hagas caso, amor. Es de noche, noche perdida y sola, y hace frío, mucho frío.
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Esta predicho…

March 11, 2006

A Orlando Muñoz
La soledad, la desnudez,
la trampa del tiempo,
la vida desvistiéndose lenta
en tus versos,
dejándose retratar
en fotonovelas-flash
y en clicks sucesivos
e instantáneos.

Pero esta predicho…
ni el si,
ni el no,
ni el siempre,
ni la apetencia,
ni la penumbra…
ahogaran el amor.

La soledad nos es dada
como aguijón,
y el amor,
con sus sueños imposibles
y su “euforia trémula”
la hace fugaz.

(Este texto y el otro que sigue mas abajo
han sido tomados de mi otro blog:
Estelas en el mar“)

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"entre comillas"

March 11, 2006

Puede que todo esto sea
como un campo abierto
de margaritas blancas
Que se miran desde lejos.
Que ese barquito de papel errante
vague los mares con tu nombre
y provoque los erraticos alisios
De esta temporada.

Pero, no importa.
Los asteriscos no importan,
Ni el misterio,
ni los signos que se interrogan.
Aunque sea “entre comillas”
Llega tu luz,
Entibia tu sol,
Ilumina tu bondad.

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El otro loco de Piazzolla

March 9, 2006
“¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!Cuando anochezca en tu porteña soledad, por la ribera de tu sábana vendré con un poema y un trombón a desvelarte el corazón.” Balada para un loco -Piazzolla

En el Buenos Aires de los días grises, en las tardecitas mórbidas y llorosas que el sol relame con lejana saudade, el loco invita y saluda frenético las vidrieras, saluda a la gente que lo ve con indiferencia mientras va y viene, abstraída en sus preocupaciones banales.
El loco cruza las avenidas cantando una tonada festiva, y a ratos solo silba un tanguillo de arrabal.
El loco ríe, el loco aplaude, el loco sueña que el paraíso es Buenos Aires
Detrás le siguen varios chiquillos mofándose de sus sandalias, arrojándole cascaritas de naranjo verde y palomitas de maiz.
Y el loco sigue saludando, “loco de contento”, alzando banderitas rojas, besándose las manos,
sonriéndole al mundo entero.
En la plaza que bordea la callecita de Arenales, se detiene y llora, y ríe de nuevo, y luego llora.
Dice que ha perdido su muñeca de porcelana,
dice que le han robado su botella de vino porteño,
que Evita es su prima-hermana de sangre,
que ha bailado el tango francés en los prestigiosos cafés de Paris,
que Maradona es su ángel de la guarda reencarnado,
que el tango es un merengue convertido en balada cursi ,
que Borges se hacia el ciego , pero que en realidad veía,
y que su aleph es una farsa,
que en los andes se esconde Hitler,
que los dioses dirigen el universo desde las pampas.

Y luego besa sus propias manos, las yergue como empuñando una bandera
diciendo:


Yo soy el Aleph de buenos aires,
el nieto de Perón,
el restaurador de la gloria porteña.

Al par que grita su genealogía de abolengo, el sol va ejerciendo su aburrido ritual en la lejanía, despidiéndose muy lentamente entre nubosidades lúgubres.

El loco mira de reojo aquel crepúsculo y se apresura a recoger sus baratijas, sus flecos y cantaros vacíos, el saco con pedazos de manzanas podridas, revistas ajadas y panecillos enmohecidos.
Se apresura porque debe retirarse cuanto antes, debe huir y esconderse, la noche es la locura de la vida, y los locos en Buenos Aires solo son cuerdos en el transcurrir del día.